
Cuando hablamos de los Misterios Femeninos, hablamos del ciclo de renovación permanente, hablamos de un arte que manejamos las mujeres desde el comienzo de los tiempos: el arte de sangrar sin morir, el arte sagrado de menstruar.
Somos gestadoras de espirales cíclicos de vida – muerte –vida.
Cuando podemos retornar con la Conciencia Despierta a este calendario femenino ancestral, volvemos a habitar nuestro tiempo natural y se nos abre otra forma de ver, de percibir y de vivir la Vida.
Somos gestadoras de espirales cíclicos de vida – muerte –vida.
Cuando podemos retornar con la Conciencia Despierta a este calendario femenino ancestral, volvemos a habitar nuestro tiempo natural y se nos abre otra forma de ver, de percibir y de vivir la Vida.
Nosotras nos venimos entrenando en esa tarea desde los 11, 12, o 13 años, desde nuestra primera menstruación. A partir de nuestra menarquía, la vida nos muestra desde nuestros ciclos femeninos, el arte de morir y renacer, de reciclar y renovar la energía permanentemente.
Lo que sucede es que el sistema consumista- imperialista -patriarcal, nos tiene tan anestesiadas, que este ciclo sagrado que reverencia al Gran Misterio de la Existencia Humana, nos pasa desapercibido, ocurre en el centro de nuestro útero y no lo vemos.
La Diosa nos cuenta los relatos del Misterio de la Vida Misma y esto ocurre en la mitad de nuestro cuerpo , muy cerquita de nuestro corazón, al alcance de nuestras manos, está debajo de nuestras narices, y no lo vemos. El sistema nos distrae y nos anestesia para que nos desconectemos y seamos mujeres débiles, in-concientes de Nuestro Propio Poder.
Cada vez que no usamos el poder personal, lo estamos entregando al sistema.
El sistema lo mal usa, lo usa para dominar y matar, para mentir y para profanar lo sagrado.
Por eso es tan importante despertarnos y mantenernos despiertas, atentas.
Una mujer camina el sendero de la Diosa para recuperar el Poder Femenino de Renovación Permanente, poder de sangre y de lunas, poder para alimentar y proteger la Vida.
Lo que sucede es que el sistema consumista- imperialista -patriarcal, nos tiene tan anestesiadas, que este ciclo sagrado que reverencia al Gran Misterio de la Existencia Humana, nos pasa desapercibido, ocurre en el centro de nuestro útero y no lo vemos.
La Diosa nos cuenta los relatos del Misterio de la Vida Misma y esto ocurre en la mitad de nuestro cuerpo , muy cerquita de nuestro corazón, al alcance de nuestras manos, está debajo de nuestras narices, y no lo vemos. El sistema nos distrae y nos anestesia para que nos desconectemos y seamos mujeres débiles, in-concientes de Nuestro Propio Poder.
Cada vez que no usamos el poder personal, lo estamos entregando al sistema.
El sistema lo mal usa, lo usa para dominar y matar, para mentir y para profanar lo sagrado.
Por eso es tan importante despertarnos y mantenernos despiertas, atentas.
Una mujer camina el sendero de la Diosa para recuperar el Poder Femenino de Renovación Permanente, poder de sangre y de lunas, poder para alimentar y proteger la Vida.
( extractos del libro El Oráculo de la Mujer Sagrada, de Mónica Glusman © 2006-2009 . Contenido protegido por la ley de derecho de autor. Toda reproducción parcial o total sin expresa autorización genera Karma)
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